lunes, 25 de mayo de 2009

Paseo 5: LA NUEVA CITY EN LOS MUELLES. POR EL EAST END Y LOS DOCKLANDS

5- LA NUEVA CITY EN LOS MUELLES. POR EL EAST END Y LOS DOCKLANDS

La torre de Norman Foster conocida como “el pepino” marca el inicio de un paseo por el East End, una de las zonas más rejuvenecidas de Londres. De los mercados de Brick Lane y Spitalfields pasamos a los pubs de Whitechapel. Y de ahí a los rascacielos de Canary Wharf.






Dicen que el pedigrí cockney solo se consigue si se nace dentro del área donde se escucha el tañido de las campanas de la iglesia de ST. MARY-LE-BOW. Pero está claro que el sabor del East End se extiendo mucho mas allá de los tañidos de este templo. El East End se extiende llega hasta Docklands, la antigua zona portuaria, que ha vivido una remodelación impresionante. Comenzó en la década de los ochenta, cuando los YUPPIES apostaron por ocupar los carísimos lofts en que se reconvertían las naves diáfanas de carga y descarga. Un buen lugar para iniciar este último paseo es la estación de Liverpool Street. A pocos metros, en el 30 de St. Mary Axe, se encuentra la torre SWISS RE, proyectada por Norman Foster y más conocida por su apodo popular: “el pepino”. Con sus cuarenta pisos y su forma de bulbo alargado, es uno de los nuevos iconos del Skyline londinense.


Desde aquí seguimos camino hasta Spitalfields Market, en Brushfield Street. Este edificio de ladrillos rojos y techo verde, donde antaño se ubicaba uno de los mercados más importantes de la ciudad, ha cambiado las frutas y las verduras por otros géneros más actuales: comida biológica, libros de viejo, artesanía variada y ropa vintage y de diseño. A finales del siglo pasado, Norman Foster diseño el bloque de oficinas que se alza ene l lado oeste, después de una agria disputa que el Ayuntamiento de Londres ganó a los residentes de Spitalfields. La parte del este se ha mantenido como mercado general y de comida popular, especialmente animado en domingo, día en el que se celebra también el colorido mercado de flores de Columbia Road.

Una experiencia singular.

Para quien quiera participar en una experiencia muy particular, al norte del mercado de Spitalfields está Folgate Street, y en el número 18, la casa en la que vivió hasta su muerte, en 1999, el excéntrico diseñador estadounidense Dennis Severs. En esta casa, Severs reprodujo, a través de imágenes, sonidos y aromas, el día a día de una familia de hugonotes del siglo XVIII dedicada a la seda. La casa está iluminada con velas, la chimenea encendida y el gato se pasea todavía por las habitaciones. Hay que visitarla en silencia: uno tiene la sensación de que los habitantes volverán en cualquier momento. La experiencia solo se puede vivir el primer y el tercer domingo de cada mes. Después de esta experiencia, nada mejor que buscar otras en el mercado de pulgas de Brick Lan. Esta calle, hacia el este de Spitalfields, es el corazón de la comunidad bengalí y es famosa por sus muchos restaurantes, donde se sirve un curry excelente, y por las antiguas panaderías judías, donde se pueden adquirir unos deliciosos bagels. Muy cerca, frente a Spitalfields Market, se halla The Ten Bells, pub celebre por ser el que sirvió la última copa a la quinta y última víctima de Jack el Destripador. Caminando por Whitechapel Road, cuando esta se transforma en Mile End Road, nos topamos con el Royal London Hospital, conocido por ser el lugar que acogió al deforme Joseph Merrick cuando fue rescatado de un sórdido espectáculo de Freaks. Hay un pequeño museo donde se muestra un documental sobre Merrick.






Otro ‘pub’ manchado en sangre.

Y para recordar que esta parte de Londres también ha sido territorio de las mafias, solo tenemos que dirigirnos al pub The Blind Beggar, en el 337 de Whitechapel Road, toda una institución en el East End y famoso también por haber sido escenario del asesinato del gánster George Cornell a manos de su rival Ronnie Kray el 8 de marzo de 1966. Si quedan más ganas de pubs con solera se puede caminar hasta The George Tavern, en el número 373 de Commercial Road, un local frecuentado por conocidos músicos y amenazado ahora por la especulación inmobiliaria. La modelo Kate Moss y la cantante Amy Winehouse son algunas de las personalidades que han participado en la reciente campaña de apoyo. A un paso de aquí están Shadwell y Wapping, la zona de los antiguos muelles del puerto. Construidos a principios del siglo XIX, fueron creciendo hasta transformarse en los muelles de carga más grandes del mundo y permanecieron en activo hasta la década de los sesenta. En los años ochenta la zona entro en declive, cuando los agentes de la propiedad inmobiliaria empezaron a ver la posibilidad de convertir los viejos almacenes en viviendas y oficinas al lado del rio. El corazón de esta remodelación urbanística se llama Canary Wharf y, que suma 28 hectáreas con 24 edificios y un millón de metros cuadrados para oficinas, hoteles, tiendas, restaurantes y demás. A esta zona se llega desde Shadwell tomando el tren DLR. Aquí se alza el mayor rascacielos de Gran Bretaña, el One Canada Square, proyectado por el arquitecto argentino César Pelli.



• Un muelle, tres caminos

La zona se puede recorrer de tres maneras distintas. La primera, en uno de los numerosos barcos que navegan por el Támesis. La segunda, en el tren OLR que llega hasta la estación de Cutty Sark en Greenwich. Y la tercera, a pie por la orillas del rio desde Wapping a Limehouse. A lo largo del camino siempre cabe la posibilidad de detenerse en alguno de esos pubs tan pintorescos como The Prospect of Whitby, en el 57 de Wappingwall, o The Town of Ramsgate, en el 52 de Wapping High Street.




EL GRAN MISTERIO DE LA CITY. TRAS LAS HUELLAS DEL DESTRIPADOR.

Ninguna descripción del East End seria completa sin mencionar a uno de sus moradores más famosos: Jack el Destripador. En solo ocho semanas entre agosto de 1888, cinco prostitutas fueron cruelmente apuñaladas y destripadas en Whitechapel y sus aledaños.

La identidad del asesino nunca pudo probarse, aunque no faltaron teorías, desde aquella que mantenía que era uno de los hijos de la reina Victoria o la que acusaba directamente al pintor Sickert. Lo único seguro es que esta historia sirvió para mostrar las espantosas condiciones de vida que existían entonces en el este de Londres. Para los amantes del misterio, hay paseos guiados que recorren la ruta del Destripador.

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